Sólo tú eres dueña de tu pasado, sólo te debes explicaciones a ti misma y a tus principios, nadie debe saber tu intimidad a menos que sea capaz de recibir con amor y respeto una perla de tu alma.
Cuando una mujer apuesta por una nueva relación de amor, siente, legítimamente que debe ser ella misma y no dejar de decir nada a su actual promesa de amor.Siente que ser honesta y transparente es la única manera de poder poner las semillas para una relación con futuro basada en la comunicación, la alegría y el bienestar de ambos. Y claro, es indispensable que todo esto exista.
Pero rápidamente viene a la cabeza un “mandato” que puede tener una voz muy crítica y que nos dice “cuéntaselo todo”. En este momento una se siente como una niñita que debe decirle a sus papás todo, porque la fantasía que ellos lo adivinen y se enojen es muy peligrosa. El temor a no ser ese ideal de transparencia que hemos creado, puede perturbar nuestra emoción y llevarnos a una suerte de “confesión” con el chico que salimos.
Creo que es fundamental que podamos ser concientes, muy concientes de este sentimiento de “culpa “ y esta necesidad de acusarnos con él, pues si esto es el móvil para decírselo, entonces vamos por mal camino.
Es necesario que sepas que solo tú eres dueña de tu pasado, que sólo le debes explicaciones a ti misma y a tus principios, y que ninguna persona debe saber tu intimidad a menos que LUEGO DE CONOCERLA a fondo puedas decir si esta persona es capaz de recibir una perla de tu alma, como puede ser alguna experiencia previa a él.Muchos hombres se sienten traicionados, fastidiados, y pueden descalificarte o agredirte, y esto termina siendo una suerte de Confesión – Penitencia que en si no te lleva a nada más que cumplir la profecía del maltrato hacia ti misma.
Cuando pienses en contarle “todo” a tu pareja tienes que pensar si se lo cuentas para calmar tus culpas y por otro lado si realmente LA PERSONA ES CAPAZ DE RECIBIR TU HISTORIA CON AMOR Y RESPETO. No sea que tú imaginas que él es de determinada manera, se lo dices y luego eres maltratada por ello. No basta con que se lo quieras contar, sino que es necesario que veas bien si él está en condiciones de recibir esa parte de tu vida.